sábado, 17 de diciembre de 2011

TRES PEQUEÑAS HISTORIAS

EL PIROPO
El calor era agradable, en todas las formas y en todos los materiales presentes en la gran carpa, en sus divisiones y subdivisiones entreveradas se percibían colores, estructuras artísticamente ensambladas, pinturas, distribuidas adrede por los curadores en superficies debidamente iluminadas que permitían miradas variadas en profundidad, como una suerte de laberinto con sus paredes semi – abiertas – cerradas. Esta sensación era, hasta ahora, lo más agradable de visitar el gran salón de artistas colombianos. Solo a la tercera visita lo había descubierto y, entonces, dependiendo del ángulo de observación se multiplicaba la experiencia visual. ¡¡ Qué combinaciones, en ese gran salón laberíntico, qué colorido !!
En la planta alta las formas y los colores, las cosas artísticas, subdividían el gran salón II, al entrar, un gran ovario y una docena de falos recreados en dimensiones extravagantes, los platos metálicos derretidos en lavas preciosas, esmeráldicas, aceros, aluminios, bronces, esquirlas móviles con imanes, cerámicas y cerámicas vítreas, maderas, videos reptantes ¡¡ Cuantas cosas bellas!!. Cuantas horas, semanas, meses artista, cuanta vena (lo que eso signifique) creativa, cuantas ilusiones, pero, sobre todo, cuanta desilusión – artista y luego, todo el trámite para el traslado y el montaje acá así, cuantos ires y venires. La galería más grande de Colombia “ Salón de Artistas Nacionales ”.
Ya que no es accesible la FIAC u otra, vale la pena repasar y, sobre todo, participar en el juego de los ángulos de observación en el salón I, fumar un cigarrillo en la escalera, sentado, descansando, al fin y al cabo son como tres hectáreas de arte. Reparo con fruición el mural del fondo: gran colorido, materia trocante y efímera, incrustaciones de “espuma”, brillante, pura decoración. Pozos de papel arrugado, vacas en tecnicolor, mujeres alcantáricas ( perdón Maestro Alcántara) y una mujer blanca, mediana estatura, desgarbada, sin maquillaje, portando dos maletines medianos, de los antiguos, con herrajes, ubicada en el centro del gran salón I en un espacio más o menos amplio, libre, en medio del color, de las pinturas de paisajes, de personas, de abstracciones. La observo, por ahora sin ser visto por ella, desde un espacio adyacente. Coloca en el piso los maletines, los abre parsimoniosa y empieza a extraer de entre ellos paquetes, paqueticos y objetos variados, hasta desocuparlos sobre el piso. Se sienta junto a sus objetos, se despoja del calzado, de la chaqueta, quedando con una blusa blanca de hilo y un pantalón caqui amplio, respira profundamente como en ejercicio yoga. Se levanta y camina lentamente observando el espacio, como calculando el área disponible, coloca un objeto en cada uno de los cuatro extremos del área que ha escogido para montar su “ensamble”, relativamente en cuadro, que es como llaman ahora las obras de arte de vanguardia.
Observo alrededor notando la existencia de unos cubos de madera que separan el área de desplazamiento de las personas del espacio vacío que vengo describiendo, una suerte de “pubs” para sentarse, asumo, procediendo a instalarme tan cómodamente como sea posible. La mujer impertérrita continúa sus lentos movimientos, en lo que asumo será un proceso de relleno del espacio entre los objetos extremos, con otros objetos: coloretes, una argolla metálica (plata, acero? Ya veremos), una peinilla plástica azul oscura, un gancho para cabello. Empiezan a detenerse y a observar el espectáculo otras personas. Esto se compone – pienso-.Una jovencita, morenita, cuquita, se sienta a mi lado, desplegando una sonrisa de confabulada. Unas tijeras pequeñas, dijes, un pincel, unas pastillas, un libro de bolsillo, un pañuelo de colores anudado, un broche dorado. La artista respira acompasadamente, pero no dirige ninguna mirada a las varias personas que se encuentran atentas a sus movimientos y a su tarea.
Para mejor comprensión del lector diré que la ubicación inicial del pequeño baúl, la cajita de música, el miniflorero y el diente de ajo, fue como queda consignado en el esquema anterior, el baúl en el extremo superior izquierdo y los demás en su orden siguiendo la trayectoria de las manecillas del reloj, que , por lo demás es el sentido que nuestra protagonista sigue para la ubicación respectiva de los otros objetos hasta ahora mencionados y los que seguirá colocando hasta finalizar la labor.
Bien proporcionada, si bien menuda, formas torneadas con gimnasia y gimnasio, musculada femenina, buena, seguramente, también, para el sexo. Me pierdo imaginando tal actividad pero para las artes del amor erótico.
Con que delicadeza y ritmo, posuda, va colocando cosas, cositas, cosillas : gafas, carnets, lápices, esferos, un depilador, ligas de caucho, una bacenilla con una pelota de caucho en su interior, otro diente de ajo. La morenita manipula un diskman, se coloca los audífonos, se acomoda en el puesto incomodo lo más cómodamente posible. Crece la audiencia.
Una dulzaina, pastillas de diferentes formas y colores, un abanico chino cerrado y uno abierto con paisajes montañosos en blanco y negro. Me empieza la sensación hermosa de una suave erección. El ambiente es agradable matizado por música ambiental. Una cacerola limpia brillante nueva, lima para uñas, juego de candongas artesanales, una plancha eléctrica y una de carbón de las antiguas, aros, anillos, frascos de perfumes variopintos lindos. A punto, bueno a 50 centímetros de completar el cerrado del cuadrado inicial, vira hacia el interior colocando unas barras de chicle, una brocha, un candado, conjincillos de champú, crayones, cajas de fósforos de diferentes formas, marcas y tipos. Siento deseos de fumar y me retiro prudencialmente, sea la oportunidad para acomodar suavemente la suave erección, no sea que se malogre con el resorte del calzoncillo. La intensidad de los movimientos de nuestra artista, un taiji chuan ligeramente acelerado, no le alcanza para producir sudor ni agitación respiratoria. En todo caso ha de estar calientica, que rico.
Un chaleco con tejido artesanal de colores primarios, calcetines enrollados en forma de pelota, calculadora de bolsillo, diskets, un reloj de leontina antiguo, botellitas pequeñas desocupadas de diferentes licores, un cofrecito dorado, una caja de música abierta con el tema “ para Elisa ”, una bufanda, un brasier, varias velas de cera de formas y colores distintos, con flores muertas dentro. La chica compañera de la artista se desplaza lentamente alrededor de la gente que se ha ido interesando en el montaje, dando orientaciones y explicaciones sobre el mismo en voz baja. Fotografías de distintos tamaños, una gargantilla, un gancho para ropa, flores inmortalizadas, un estropajo, hebilla para el cabello, un espejo, un frasco de trementina y un pincel. Nuestra artista sigue concentrada en su minuciosa labor sin tener en cuenta al público que cada vez aumenta en número y en atención. Algunas mujeres jóvenes en grupo van observando las cosas y comentan en voz baja, bonitas en sus jeans apretados que recalcan sus formas redondas arriba y abajo. Crece la erección y con ella la sensación erótica agradable invasora. Tres “anillos” internos ha formado la instalación, simétricos a 50 centímetros de distancia entre cada uno de ellos.
Para mejor percepción de quienes siguen esta historia dejo este esquema. La chica partner, luego de hora y media de sesión artística, anuncia la finalización del montaje e invita a los asistentes a participar de la obra, por cuanto – dice – sin el concurso del público se pierde el sentido del esfuerzo y lo efímero del montaje se tornaría absoluto. La artista lo que persigue es exaltar lo común efímero a la categoría de recuerdo perdurable, para lo cual se requiere la participación personal de los observadores mediante lo simbólico, el lenguaje, la lúdica, lo erótico. ¿ Lo erótico, será posible que mi sensación no quede en el vacío? Algunas personas se introducen en el “círculo” y depositan, siguiendo el orden establecido en el montaje, contraseñas de entrada, un plegable con información sobre el Salón, una moneda, un paquete de trocitos de yuca sin abrir, un periódico del día doblado. ¿Qué hacer? La gente empieza a retirarse con señales de aceptación y agradecimiento. La Artista hace venias y dirige besos a quienes han seguido su trabajo artístico. ¿Cómo expresarle mi estado emocional surgido del rito presenciado?
Tal como queda expresado en la gráfica anterior, lentamente me introduje en el “círculo” y procedí a acostarme boca arriba, ahora que lo pienso no sé si se notaba a través del pantalón la erección generada durante el acto o si ya se había desvanecido en el vacío, presa de una cierta emoción e incertidumbre. Así permanecí unos cuantos segundos hasta que la Artista me ofreció su mano para levantarme y una vez erguido estampó un caluroso beso en mi mejilla, agradeciéndome explícitamente el gesto. Los pocos observadores aún presentes prorrumpieron en aplausos. Ni que decir de los desarrollos posteriores que me llevaron, durante varios años, a seguir la labor de esta querida Artista de lo simple y lo efímero, hasta el montaje, con la colaboración del Jardín Botánico, de un “bosque” de árboles reales, aunque con ramas marchitas y cortes drásticos en ramas secundarias, en un salón del Museo de Arte de la UN, en un ambiente solamente iluminado por velas prendidas y colocadas por los asistentes en las ramas de los árboles y en donde, nuestra Artista desarrolla una suerte de danza lenta que rinde pleitesía a esta suerte de naturaleza medio muerta, o en trance de morir. Allí, amén de prender unas cuantas velas, participé entonando, mediante silbo, el canto de un Toche, aprendido durante mi estadía en casa de Don “Berna” municipio de Santana, Departamento de Boyacá, en horas tranquilas de lectura y escritura. Seguro supo que este raro seguidor estaba haciendo de las suyas. Eso espero.
Siendo aún muy joven, creo, ya que nunca supe ni averigüé la edad, murió, busqué entonces este escrito para publicarlo en alguna parte como homenaje a la Artista, pero se había refundido y hasta ahora lo vuelvo a encontrar. Cumplo acá ese deseo.


Desde las calles de Colombia. Julio 31 de 2003.


1986

Pasa la historia, o se dirá mejor – pasa el tiempo a la historia – o será que lo que está ocurriendo no pasará, no ha pasado nada, nada ocurre, no hay historia, se repite la misma historia?

La verdad es que los acontecimientos son tozudos, la vida transcurre, gotea, supura hechos, gentes y así fuera solamente la repulsión, el hedor frustrante, el dolor agobiante, el atosigante licor post – constitucional, henos aquí y ahora devanándonos los sesos tratando de encontrar la forma de contrarrestar los desodorantes, los analgésicos y otros mitigantes con los cuales nos quieren camuflar la verdad, la realidad, para catapultarla, además, contra todo aquel que discuta la realidad oficial.

Después de tres estruendosos fracasos se convocó, como quien no quiere la cosa – previendo un cuarto – la “gran” movilización contra la política oficial y fue – otra vez – una participación lánguida y escasa la presencia. En las calles tres o cuatro mil manifestantes, sin orden, sin consignas y la gran “ masa” en los andenes retorciéndose de rabia contra quienes teniendo “ casa, carro y beca ” son percibidos como verdugos o, cuando menos, sostenedores a sueldo, a estabilidad laboral y otras prebendas, de los verdugos del régimen : son los informales, los independientes, los indigentes, las busconas y los buscones, son las masas populares.

En qué momento ocurrió este trastocar de valores. Ocurrió, es ficticio, es propagandístico?.

Ataulfo dice que fue cuando mataron al “Ché” y la Inteligencia lo volvió un afiche decorativo, desde ahí todo ha sido “caricatura de revolución”, desde ese momento se inició la gran lucha por adecuar a las MASAS para “combinar todas las formas de lucha” en la búsqueda de poder ejercer la “ dictadura del proletariado ” desde las cúpulas sindicales. Eso – enfatiza Ataulfo – es lo que tenemos ahora, y qué, de qué nos quejamos?

¡¡ No jodás!! Replica Atilano, es cierto que se han cometido errores en la táctica, no supimos valorar los espacios reformistas que dejaban la burguesía y el imperialismo, no nos ligamos realmente a las masas, pusimos mucho énfasis – las más de las veces dogmáticamente – en las teorías y divisiones del campo socialista, en fin, los errores se pagan, pero no hay que perder de vista la hijueputa represión, la anti – democracia, la exclusión, la guerra sucia, que, en mi concepto, han sido lo determinante.

Qué hubiera ocurrido con las masas populares de no haber mediado los US$ 18.000 millones de crédito externo – hoy impagables -, la política de la seguridad nacional, el estatuto de seguridad, las autodefensas para – militares, el asesinato selectivo de líderes políticos populares? Eso ha sido lo determinante, si de análisis materialista – dialéctico se trata.

Eso – especula Ataulfo – debía haber generado – si somos materialistas – una agudización de las contradicciones y hoy habría más posibilidades, condiciones objetivas, para, con un trabajo inteligente, recoger el descontento de la gente, reagrupar fuerzas y emprender nuevas batallas; pero no : asistimos es a manifestaciones – así sean manipuladas – de gente, de todas las edades y condiciones, contra los luchadores populares y sociales y lo que se generaliza es un sentimiento de descontento contra las manifestaciones de lucha, a las que se les endilgan todos los males actuales.

Nadie esperaba – continuó – que la burguesía y el imperialismo se fueran a cruzar de brazos frente al accionar revolucionario, a la subversión del orden. Aparte de las reformitas y la represión, han colonizado “pacíficamente” los sindicatos y sus dirigentes, la intelectualidad, los campesinos y sus organizaciones, los barrios, en fin, hasta los cuadros políticos han sido seducidos.

Adelaida, quien ha estado escuchando atentamente y tomando apuntes de la discusión, se levanta de su asiento y va para la cocina por unos tintos, encuentra todos los pocillos sucios y piensa: estos güebones desordenados y puercos, procediendo a servir los tintos en los pocillos sucios y colocándolos – sin plato – en un plato grande limpio – el único – que luego deja sobre la mesita de centro de la sala de debates, no sin antes tomar para sí el pocillo con mancha de carmín.

Ahora es Alfredo quien habla. “Ade” – dice – comentaba a los compañeros que esta discusión no puede seguir ya que se hace tarde para asistir al entierro del compañero Alirio, asesinado por los para – militares el día de ayer. Si no vamos nosotros el cortejo va a verse muy solo. En todo caso, como el tema es recurrente podemos seguir hablando por el camino.

Adelaida – “Ade” para los amigos y camaradas- se alisó la blusa, se ajustó el cinturón y el bluyín, se tironeó el cabello y tomando rumbo hacia la puerta de la calle dijo : La “evolución pacífica” del socialismo de los gringos, el “Jhonfosterdullismo” – por su mentor Jhon Foster Dulles – está socavando el campo socialista y nosotros, los revolucionarios colombianos, que no hemos ni olido el poder político, estamos siendo blanco de los ataques más aleves, por parte de la burguesía y el arribismo amamantados en esa teoría y debemos redefinir nuestro programa político, si no queremos aparecer ante las nuevas generaciones como los responsables del atraso, el desempleo, el hambre y todos los males que aquejan al pueblo colombiano, producto de más de un siglo de ejercicio burgués – terrateniente del poder del estado y del gobierno...

“ Atención, el señor Ministro de Gobierno, al tiempo que rechaza terminantemente y condena el aleve atentado del que acaba de ser víctima el depuesto Honorable Señor Presidente del Senado de la República, en las montañas del departamento del Cauca, anuncia la ruptura de las conversaciones de paz que se vienen realizado en Carac.... Apaga la radio Atilano – grita Adelaida – y salgamos de una buena vez... cast. Click.

En la sede de la Alianza hay una actividad fabril, gente que sale, gente que entra, gritos, ruido de máquinas de escribir, los teléfonos y de fondo Albita y sus soneros de Cuba. ¡¡ No joda !! - exclama Abel – otra vez se quiere descomponer la situación, a quién se le ocurre atentar contra ese cadáver político, justificando, de paso, a la reacción para que endurezca su posición en el proceso de paz. Habla en voz alta mesándose los cabellos – que digo cabellos, la calva – y exhalando un suspiro profundo, como desinflándose. Esta solo, tiene que salir para el entierro del compañero Alirio, pero – piensa – ahora empezarán a llegar las llamadas de todo el mundo y hay que orientar a las regionales. Marca el número de teléfono de “Ade”, nadie contesta, hay necesidad de reunirse y analizar la situación – piensa-.

La Coordinadora Nacional Guerrillera, en cabeza de uno de sus dirigentes, presente en Caracas, ante el interrogatorio de un periodista radial sobre los últimos acontecimientos – contesta – que es apresurada la actitud del gobierno, que está a la espera de mayor información, pero que, en todo caso, en el país los asesinatos políticos son el pan de cada día y ni la justicia, ni el gobierno han dado solución a ninguno de los más de 1500 asesinatos de activistas populares, sindicales y de la izquierda democrática, como para que, ahora, en un alarde de clarividencia, ya tenga un responsable. Las conversaciones de paz en Caracas – concluye el comentarista radial – se empantanan nuevamente. A continuación uno de los candidatos, del mismo partido político tradicional del Senador atacado, para la próxima contienda electoral del 27 de octubre, se pronuncia......- Abel sale presuroso hacia la calle 26 tratando de alcanzar el sepelio de Alirio – el sonido de la radio se desaparece al cerrar la puerta.

Unas trescientas personas acompañan el féretro, algunos exhiben pancartas de protesta – que ya han servido en numerosas ocasiones anteriores - , los más corean consignas contra el fascismo, la anti – democracia, el gobierno, bajan por la calzada derecha de la carrera décima con calle 26, hacia el cementerio central. Abel descubre la cabellera ondulante y azabache de Adelaida junto al féretro, se trata de introducir en el grupo de vanguardia, saludando a los demás compañeros y compañeras que, en alguna forma, tratan de detenerlo para recibir información actualizada sobre las negociaciones. Todos están enterados de la ruptura, en este país de mierda lo único verdaderamente eficiente – eficientísimo – es la información radial – piensa Abel.

Aplazando la respuesta a los requerimientos, cuando ya ha llegado junto a “Ade”, China debemos irnos para la sede – dice quedamente al oído de Adelaida – tomándola del brazo, la gente debe estar queriendo comunicarse para recabar sobre la nueva situación y las perspectivas, debemos coordinar, con los compañeros presentes acá, una reunión después del entierro, e irnos. Como “Ade” no dice ni hace nada, Abel runrunea: por lo menos yo me voy para la sede a atender las comunicaciones.

No Abel, yo voy contigo, dice Adelaida y grita, por sobre las cabezas de varios compañeros - ¡¡ Ataulfo!! El hombre ancho y bajito que lleva el ataúd por la manilla central izquierda, voltea a mirar a quien lo llama, recibe la señal, cede el puesto a otro compañero que va al lado suyo, acercándose a la compañera indaga, qué pasa? Hola Abel saluda. Ataulfo – dice “Ade”- yo me voy para la sede de la Alianza con Abel y no puedo estar hasta el final del entierro, encárgate tú de hacer la intervención política, toma mis notas – dice pasándole unas cuartillas – y luego ven con el combo, a reunirte con nosotros, no podemos permitir que la gente de las regionales se descoordine y se jodan los actos preparados para seguir la CAMPAÑA ELECTORAL, chau, nos vemos.

Desde las Calles de Colombia. Agosto de 1986

LA TOMA

Y Pedro?

Murió.

Cómo, no puede ser?. Ayer, no más, me comuniqué con él y no me comentó que tuviera problemas de salud.

Claro, lo que pasa es que fue un imprevisto, no sufría de nada, no estaba enfermo. Lo mataron.

Este comentario era cotidiano, como Pedro eran decenas, centenares, se podría asegurar que miles, en cualquier circunstancia por baladí que fuera, en cualquier sitio, a cualquier hora.

Cómo, por qué?.

También estas cuestiones eran cotidianas y parecería que nadie quisiera enfrentar la trágica realidad. La realidad de las escuelas de sicarios, de los planes de los “emergentes”. Sí, los “emergentes” y “emergentes” son muchos militares activos y en retiro de los ejércitos en pugna política, los “gananciosos” usufructuarios de todo tipo de actividad y profesión, los esmeralderos, los traficantes de narcóticos, los contrabandistas y los hacendistas, los financistas, para todos los cuales, los planes no son otros que obtener seguridad para sus mal habidos capitales, todo lo demás vendrá por añadidura.

La realidad de los adoloridos y de los asustados que , también, buscan seguridad y en su nombre contribuyen a atizar la llamarada.

Hablaste ya con Helena?, en qué puedo ayudar para las exequias?.

Sí, todo está ordenado, solamente que hay problemas, con el Instituto de Medicina Legal, por las pertenencias y haberes que llevaba Pedro consigo, la ropa, el maletín ...., es decir, Pedro llevaba unos documentos comprometedores para el expediente del jefe narcotraficante del “cartel”. No te había comentado nada?. Parece que implica seriamente a unos militares.

No nada, explícate.

Bueno, tú sabes, no podemos simplemente dolernos. Tenemos que hacer algo, seguir adelante con eso, para que la muerte de Pedro no quede impune, pero, también, por nosotros, nuestras familias, nuestros otros amigos, el país. No crees?.

Tú sabes que yo voy por ahí mismo, solo que si no me aterrizas, pues no dejo de estar en babia.

Lo que ocurre es que en Medicina Legal han establecido una especie de fortín militar, nadie entra, nadie sale y aunque no creo que hayan escudriñado su maletín, se corre gran riesgo y tú sabes.... Helena es valiente, pero, está muy nerviosa, tendrías que ir tú. Ya nos informamos y están esperando a los familiares, para el reconocimiento oficial del cadáver y para la entrega del mismo, junto con las pertenencias.

Es imperativo, ya que la Corte está reunida esperando las pruebas que Pedro tiene. Esa gente está allí metida, tienen interés en que nada ni nadie permita ligar a los capos reconocidos con estos militares, hay mucho temor entre los Magistrados, cualquier tragedia puede ocurrir dado que están dispuestos a todo y manejan el poder.

Listo, tú vienes conmigo?.

Sí, claro, nos encontramos allá en ..... 45 minutos. O.K?.

Pedro León Linares Mutis, Magistrado de la Corte Suprema, Abogado, hombre probo, 45 años, casado con la periodista Helena Chacón, tres hijos en el exterior desde hace 18 meses cuando Pedro aceptó luchar contra el poder omnímodo y el flagelo de los narcotraficantes. Poder que ha distorsionado la economía y la política en el país. Este hombre abanderó la política de extradición hacia los E.E.U.U., por considerar que allí, ante la inmensa cantidad de dólares que se mueven en el mercado de la cocaína, hay, realmente, un interés por juzgar, encarcelar y sacar de la circulación a los narcos colombianos y latinoamericanos y no obstante ser conciente de que, en el fondo, lo que realmente persiguen los E.E.U.U. es controlar este negocio, aún así, tomó la decisión que hoy le costó la vida. No alcanzó a llegar a la sesión plenaria de la Corte, este 6 de noviembre..

De los 12 Magistrados de la Sala Pedro y otros 6 están por la afirmativa. Pedro fue quién obtuvo la información y las pruebas, comentó con sus colegas y estos están esperándolas para afirmarse en la posición de aprobar la extradición del jefe del “cartel”.

Hola, qué tal.

Hace mucho que llegaste?

No recién. Oye, mira, cuando pasaba por frente a Medicina Legal observé un regimiento completo, guardé el carro y ahora que regreso encuentro gran movimiento de camiones, camperos y patrullas que movilizan toda la tropa a las carreras.

Esto facilita las cosas, cierto?.

Claro, apresurémonos, mejor entrar antes que regresen.

Buenos días o serán tardes?. Saluda Roberto, a la Señora de la recepción, al tiempo que observa su reloj de pulso, en el que se marcan las once y cincuenta y siete minutos de la mañana. Por favor, somos hermanos del doctor Pedro León Linares, el Magistrado, ingresó anoche, fue asesinado llegando a su residencia en ....

Si señor, espere un segundo.

La recepcionista, mujer espigada, de cabello corto y gafas con montura de carey, alza el auricular del teléfono conmutador, marca tres números, habla en voz baja y al colgar, con voz chillona les ordena. Sigan a la oficina 107 donde el Director, pero antes me dejan un documento de identidad con fotografía.

Gracias, dice Roberto al tiempo que presenta su cédula y recibe una escarapela de visitante.

Roberto y Julio, caminan treinta pasos por un corredor oscuro y angosto, a la misma altura como marchando, están tensos, nerviosos, tocan en el vidrio de la oficina 107 rotulada DIRECCIÓN.

Adelante, responden de adentro.

Si, esperen un minuto, pueden sentarse, dice una secretaria ancha, hombruna, eficiente, quien luego de penetrar a otra oficina y salir a los cuatro segundos les indica, sigan el doctor los espera.

Buenas tardes Señores, cuanto lo siento, un hombre valiente, ya salía a almorzar, que cosas terribles suceden, este país está patas arriba, dice el Director entrecortadamente y antes que puedan articular palabra. Aquí tengo la orden de salida, debía comunicarle a mi General Arias cuando ustedes vinieran, quería hablarles, pero con esto del Palacio se fueron atropelladamente, que cosa espantosa. Ustedes me dejan su dirección y teléfono y se acabó.

Hablaba a borbotones, estrechando las manos de sus alelados interlocutores y retirando de su escritorio unos documentos membreteados, que le entregó a Julio.

Muchas gracias por todo Doctor, dijeron los dos casi al unísono, más tranquilos.

Las cosas estaban saliendo fáciles, no había demoras innecesarias, no obstante les preocupaba lo del General Arias, había que estar atentos, comentaron en voz baja.

Aquí tiene mi tarjeta personal con dirección y teléfono, dijo Roberto, para información del General.

Cómo nos dijo que se llamaba? Preguntó Julio.

General Arias, contestó el Director.

El anfiteatro queda en el sótano, bajando por una escalera al fondo del pasillo oscuro, tétrico – continúo, y aquí en esta caja están los efectos personales del Doctor, pueden revisarlos y uno de Ustedes me firma acá. El Director señalaba con el dedo índice sobre uno de los papeles membreteados.

Roberto se puso a leerlo, mientras Julio, abriendo la caja, rebujaba en su interior : cartera de bolsillo con billetes de distintas denominaciones, bolígrafo, pañuelo, cigarrillos, encendedor, llavero .......

Doctor, acá no figura........ aquí no está ..... el maletín, dijeron al unísono Roberto y Julio.

Qué maletín?. Eso es todo lo que trajeron con el cadáver del occiso, es lo que está anotado en el libro de control del turno de la noche. Ustedes deben entender que lo recogieron en la calle, pudieron dejar cosas o .....

Bueno, siempre llevaba su maletín de ejecutivo, para los documentos; su esposa, nuestra cuñada, nos informó que estaba en el suelo junto al cadáver cuando ella salió, al oír los disparos y que los funcionarios que efectuaron el levantamiento lo recogieron junto con el cuerpo de Pedro.

No, aquí no ingresó, tendrían que averiguar con la policía; ahí figura el responsable de la patrulla que lo trajo. Aquí mismo, en la copia, se puede leer, sería cosa de preguntarles a ellos.

Julio y Roberto cruzaron una mirada estupefactos y extendiendo la mano al Director.

Correcto, Señor Director, en cualquier caso ya no le servía de nada, gracias y hasta luego.

Si se dirigen hacia el norte lo mejor es que den un rodeo, por que en el centro todas las vías están bloqueadas, militarizadas, los guerrilleros se tomaron el Palacio de Justicia y tienen secuestrado a todo el mundo dentro, magistrados, abogados, empleados, particulares visitantes, a todos y el ejército está dándoles candela, hasta con tanques “cascabel”, es peligroso acercarse o pasar por allí. ¡¡ Qué locura ¡!.

Cómo dice?, preguntó Julio.

Desde las once de la mañana, son como 50 guerrilleros, tienen al Presidente de la Corte e intentan negociar con el Presidente de la República, lo mismo que cuando lo de la Embajada Dominicana recuerdan?. El Gabinete ministerial y los altos mandos están reunidos de emergencia, los militares están atacando con todo.

Los hermanos Linares sacaron el cadáver de su hermano, en una camilla tapado con una sábana, hasta la puerta donde los esperaba el personal y el carro de la funeraria. No salían del asombro : el maletín de Pedro con las pruebas desaparecido y ahora, el cuento ese de la toma del Palacio de Justicia.

A la salida encontraron a Helena quien se apresuró a contarles lo del Palacio. El luto le sienta, pensó Julio.

Se dedicaron, compulsivamente, a los preparativos y trámites para el entierro, entre más rápido mejor. No habían recibido ni una sola manifestación de condolencia por parte del gobierno o los colegas, solo las de los parientes y allegados familiares.

En la funeraria, segundo piso, sala de velación número dos, luego de dar el pésame, Ernesto Lora periodista, colega de la viuda, agitadamente y en voz baja le dijo : Helenita hermana, cuanto lo siento, qué pérdida tan grande, pero ahora me tengo que ir a cubrir lo del Palacio, es gravísimo, los militares manejan la situación con sus métodos, parece la guerra mundial, el edificio está ardiendo por los cuatro costados, lo han cañoneado, no va a quedar ni gente, ni expedientes, ni piedra sobre piedra. Luego hablamos, compréndeme.

Gracias Ernesto, eres muy amable en venir a saludarnos, lo primero es lo primero.

Helena quedó estática fumando un cigarrillo y cuando sus cuñados se le acercaron les dijo : Ahora ya no importa el maletín, ni las pruebas vinculantes que tenía Pedro, está ardiendo el Palacio de Justicia y con el los expedientes del “cartel”, los Magistrados secuestrados no saldrán de allí con vida.

Restregando con furia la colilla con su zapato contra el piso – exclamó :

¡¡ Siguen ganando esos hijueputas !!.

Desde las calles de Colombia. Enero 18 de 1988.

No hay comentarios:

Publicar un comentario