sábado, 13 de agosto de 2011

Ahora en Londres e Inglaterra

¿RETOZOS DEMOCRATICOS?
La formidable experiencia protagonizada por la juventud francesa y europea, que tuvo ecos fuertes en la juventud de todo el mundo, a finales de la década de los 60´s y que inauguró un nuevo concepto y una nueva forma de vida para amplias capas de jóvenes, de mujeres, de todas las capas sociales y que tanta literatura, tanto cine y tantos análisis sesudos produjo en su momento, debería ser contrastada con lo que está ocurriendo hoy en el norte del África y en Europa, a efectos de que la experiencia desconocida, poco conocida o simplemente minusvalorada por la juventud de hoy, tan adanista y maximalista, no signifique una frustración renovada para aquellos que hoy despliegan toda su fuerza, su juventud, sus esperanzas en las plazas públicas exigiendo cambios significativos, democracia, trabajo, mayor participación en los destinos de los países etc, y por otro lado, le permita al capitalismo en crisis holística, reacomodarse mediante acciones cosméticas “acordes con las exigencias de la juventud”.
Es menester echar mano de análisis como el que presentan, por ejemplo Hard & Negri en Imperio, cuando dicen: “La primera pregunta que se formula la filosofía política no es si habrá resistencia y rebelión, ni siquiera por qué podría haberla; lo que se pregunta es cómo determinar el enemigo contra el cual hay que rebelarse. En realidad con frecuencia lo que hace que la resistencia se diluya en círculos paradójicos es precisamente la incapacidad de identificar al enemigo. Pero la identificación del enemigo no es tarea sencilla, puesto que la explotación tiende a no ejercerse en un lugar específico y puesto que estamos inmersos en un sistema de poder tan profundo y complejo que ya no podemos determinar una diferencia o medida específica. Sufrimos la explotación, la alienación y el dominio y los sentimos como enemigos, pero no sabemos donde localizar la producción de la opresión. Y, aún así, continuamos resistiendo y luchando”. (Pag. 189-190. Ed. Paidós. Buenos Aires 2003), para hacer claridad y no simplemente sumarse al coro de quienes aplauden a rabiar estas importantes movilizaciones y las gradúan como inicios de la gran revolución mundial o algo así.
Conocido es que el capitalismo “capitalizó” política, económica y socialmente la revuelta juvenil de los 60´s: Deslocalizó la producción fabril en beneficio de la patronal y en contra de las posibilidades de sindicalización de los trabajadores, ahora, dispersos en pequeñas unidades productivas, cuando no en puestos individuales de trabajo, comercializó, de qué manera, todos los signos y los símbolos de la rebeldía instaurando nuevas líneas enteras de productos para jóvenes y permitió una suerte de flexibilización social favorable a sus intereses, que permitió un respiro “democrático” a la juventud que así se vio reconocida y se dio por bien servida. Gran revuelta para que el capitalismo se reacomodara cooptando a la juventud rebelde.
La Plaza Thair, la Qasba, la Plaza del Sol y todas las plazas que en este tiempo están sirviendo de escenario magnífico para que la juventud sin futuro, producto de este capitalismo idem, exprese su inconformidad, tienen que ser apoyadas solidariamente por los partidos políticos progresistas y revolucionarios, por las organizaciones sociales progresistas y revolucionarias, así esa juventud los rechace y los ubique al lado de sus enemigos. Tienen que ganarse su simpatía y su respeto sobre la base de escucharlos, de colaborarles, de aportarles modestamente los soportes organizativos y metodológicos que les permitan trascender la revuelta inicial y de abrir las organizaciones para la participación decidida y decisoria de esta sangre nueva que quiere revolucionar el mundo.
La juventud soliviantada tiene que saber que el capitalismo y su poderosa maquinaria corporativa, burocrática y militarista está tocada de muerte, que ya no hay correspondencia entre las relaciones sociales de producción que posibilitan que un pequeño número de capitalistas se apropien de la inmensa mayoría del producto social de toda la sociedad, y unas fuerzas productivas que no reparan en el daño ambiental y desprecian a millones de seres humanos que mal viven en la miseria y el hambre físicas y la miseria y el hambre intelectual cuando, o no encuentran alimento físico para sobrevivir – en medio de millonarios excedentes de producción que son desperdiciados criminalmente en el altar del mantenimiento de los precios del mercado – o no encuentran trabajo ni ocupación productiva – en medio de factorías automatizadas, procesos alta y sofisticadamente informatizados y aumentos descomunales en la producción y la productividad de bienes y servicios. Esta juventud no puede caer en el pasador de pensar, como quiere la burguesía decadente que piense, que son los trabajadores actuales – con contratos deleznables o sin contrato, o a término fijo, o en cooperativas de trabajo asociado, o a cuenta propia – los causantes de la crisis y quienes les limitan las posibilidades de encontrar empleo. No pueden pensar que, aún con errores de burocratización, con esquemas directivos inamovibles y con prácticas poco democráticas de participación, son los partidos políticos y las organizaciones sociales progresistas y revolucionarias los causantes de sus desventuras. Deben saber que una poderosa maquina de poder económico, social y político como la que ha construido el capitalismo en los cinco continentes, con gobiernos nacionales títeres – con contadas excepciones - , solo podrá ser derrotado mediante un trabajo organizado, constante, orientado contra los verdaderos causantes de la tragedia universal, dotado de herramientas y métodos democráticos, transparentes e intransigentes.
Las organizaciones políticas y las organizaciones sociales progresistas y revolucionarias están notificadas, o se democratizan y hacen posible el ingreso de la nueva sangre revolucionaria que pugna contra el sistema o se verán superadas por la vida y probablemente derrotadas por el capitalismo decadente que está al acecho para cooptar estas legiones de revoltosos altisonantes.
Desde las calles de Colombia. Mayo 23 de 2011.
Bayardo Ariza Olarte.

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